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sábado, 5 de mayo de 2012

Ahora es tiempo. Gonzalo Perera.



            El reciente 1 de mayo fue ocasión de una profunda, general y excelente presentación por parte del PIT-CNT del escenario global, regional y nacional. El discurso, prácticamente impecable, tuvo muy celebrables pasajes: el reconocimiento a las muchas cosas que han pasado, el rechazo a la rebaja de la edad de imputabilidad y la apuesta al trabajo como política de juventud, el endurecimiento de las penas a los traficantes de pasta base, la legalización- en cambio- de la marihuana, el combate a toda forma de discriminación (género, orientación sexual, étnica, etc.), el reclamo de la creación del presupuestado Frigorífico Nacional son algunas de las muchas perlas de un discurso que mostró a una central sindical vital, fiel a sus tradiciones y renovada a la vez. Y si digo “prácticamente impecable” y no “impecable” es porque no estoy seguro de haber oído una reivindicación para mi central: una Ley de Medios, de desconcentración de la propiedad de los medios de comunicación y de democratización de la  estructura de generación y distribución de contenidos informativos y culturales. No tengo ninguna duda de la postura de la central respecto a este tema, por lo cual si no oí mencionarlo es porque me distraje yo o hubo una simple omisión en la titánica tarea de sintetizar las reivindicaciones de todos los trabajadores organizados del Uruguay.

            Justamente el spot televisivo- de excelente calidad visual y sonora- con el fondo musical de “La Internacional” interpretada en guitarra con ligera percusión en aire de milongón, fue una muestra de lo que podríamos comunicarnos entre los distintos sectores de la sociedad si no fueran siempre los mismos tres gallos los que cantaran. Y ese spot sitúa la realidad nacional en contexto.

            En el marco de la Europa con el 25% de su población bajo la línea de la pobreza. Sin expectativas de rápida reversión (más bien todo lo contrario). En el marco de los USA rondando los 50  millones de desocupados y sin expectativas de mejoras sustantivas y sustentables.

            En el marco de Evo nacionalizando la energía y Cristina los hidrocarburos. En el marco de Chávez batallando por su salud al mismo tiempo que por el ALBA, dando un ejemplo genuino de quien nada quiere para sí, sino todo para su gente, pues hasta la vida pone en juego para ser digno heredero de Bolívar.

En el marco del récord histórico de ocupación en Uruguay, de solidez macroeconómica, de crecimiento de la  relacionamiento comercial y política con la región. De una relación madura- imperfecta, como toda relación, pero donde las diferencias se superan con madurez, reitero- tanto con Brasil como con Argentina.

En el marco de una CELAC fuerte, con movimientos estudiantiles de toda la región que se reunieron una vez más en Montevideo y que hace ya buen tiempo se saben hermanos.

Con el foco luminoso de la “excepción cubana”: excepción al hambre, excepción al desabrigo, excepción a la ignorancia, excepción al egocentrismo consumista, excepción al “todo tiene su precio”, excepción a los trastornos obsesivos posesivos del imperio.

Sin aventuras, sin romper, sino simplemente dándose cuenta. Dándose cuenta que ya son muchísimas las cosas que han pasado del Río Bravo al Sur. Dándose cuenta que ya por más que grite el señor Rajoy, nada puede hacer cuando se le dice adiós a  grandes corporaciones españolas que obtuvieron, por obra y gracia del cipayismo neoliberal, prebendas inmorales y predatorias. Dándose cuenta que ya no estamos donde el 1 de marzo del 2005. No estamos los pueblos del sur, pero sobre todo, no lo están los pueblos del norte, que han empezado a descubrir el lado más oscuro del sistema que durante décadas los subvencionó con recursos de sus antiguas colonias o regalitos de sus vulgares alcahuetes del tercer mundo.

Sin provocar, sin pizarrear, pero planteando nuestro juego con convicción y fuerza. Los pueblos del sur pueden proponerse Ley de Medios desconcentradoras  del poder comunicacional. Lo muestran Argentina y Ecuador. Los pueblos del sur pueden conformar bloques netamente contrahegemónicos sin por ello dejar de comerciar favorablemente con quien sea, incluso con los USA, como lo muestra la Venezuela del ALBA. Sin ningún TLC de por medio, que éstos sólo sirven para enquistar espinas entre la piel fraterna de los pueblos del sur. Los que  pueden hacer crecer sus mercados internos, revitalizar el rol del Estado y conformar una fuerte alianza estratégica regional, como lo muestra paso a paso casi todo el subcontinente.

Ahora es tiempo de los trabajadores, ahora es tiempo de los pueblos, ahora es tiempo de no dejar para mañana lo que hace tiempo es indispensable: aparatos productivos al servicio de la gente, trabajadores gestionando y participando en decisiones y contralores, todas las personas iguales en derechos y deberes, políticas de seguridad basadas en la inclusión y no en el garrote demagógico-excluyente. Todos y cada uno de los puntos de la proclama del 1 de mayo, por cierto.

 Y también una Ley de Medios como herramienta de real democratización de la Comunicación, claro está, haya o no sido mencionada en la proclama. No se descubrió y empezó a discutir hoy este tema. Los trabajadores que, como dice nuestra proclama, no queremos burocracias  ni poderes invisibles, mucho menos aceptamos la muy visible aristocracia de la des-información concentrada al 95% en pocas familias.

No es contra nadie. Es por Usted, es por nuestros hijos, es por todos nosotros. No se trata de callar a nadie. Se trata que no hablen siempre los mismos en todas las frecuencias, repitiendo de mil maneras el mismo concepto monocromático... Se trata que no sea sólo un 1 de mayo que pueda sonar algún acorde que rememora a la Internacional y sabe a milongón en la boca. Se trata de que haya otras voces, sensibilidades, pieles y pensares.
           
            Hay muchos dignísimos comunicadores en todo el Uruguay esperando por un micrófono o una pantalla y con muchísimo para aportar, que no aceptan pagar el peaje de someterse a los privilegiados de siempre. Ahora es de una buena vez su tiempo, para que mañana sea el tiempo de todos nuestros hijos, verdadero tiempo de democracia y paz.

1 comentario:

  1. En un todo de acuerdo. Incluso se lamentó mucho de que el acto no haya sido transmitido por ningún canal, cosa que no hubiera sucedido si el PIT CNT tuviera un canal. Lamento sentir que los gobernantes temen tocar ese tema. Aquí se criticó tanto a los gobiernos que si lo hicieron desde los partidos de oposición, que parece que hay miedo a contrariarlos. Si no se hace ahora que el F.A. es gobierno qué podemos esperar cuando lo sean los blancos o colorados

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